domingo, 21 de diciembre de 2008

Navidad: Una promesa de amistad verdadera

Hace muchos, muchísimos años, Dios tuvo un amigo.

Un amigo, dicen por allí, es aquel que está contigo en las buenas y en las malas. Un amigo es aquel que pasa la "Prueba de la Amistad". ¿Qué es la "Prueba de la Amistad"? Es, sencillamente, el momento en el que necesitamos algo de la persona que dice ser nuestro amigo. Si la persona no está dispuesta a hacer lo que le pedimos, si de alguna manera encuentra una excusa para no ayudarnos, o no vemos su apoyo incondicional, entonces no podemos decir que es nuestro amigo de verdad. Sólo aquella persona que verdaderamente pase la "Prueba de la Amistad" será nuestro amiga. Más adelante, seguramente a nosotros también nos tocará pasar la "Prueba de la Amistad" frente a esa persona, cuando ella nos necesite.

Realmente, Dios es quizá la única persona que siempre pasará la "Prueba de la Amistad", porque él siempre está dispuesto a ayudarnos, pero, acaso alguno de nosotros ¿podrá pasar la misma prueba frente a Dios? ¿Podrá Dios considerarnos nuestro amigo?

Hace mucho, muchísimos años, Dios tuvo un amigo. Su nombre era Abraham.

Abraham estuvo dispuesto a darle a Dios lo que le pidiera, estuvo dispuesto a hacer lo que él dijera. Podríamos decir que Abraham pasó la "Prueba de la Amistad" para con Dios. No solo una vez, sino varias veces: Un día Dios le dijo que emprendiera un viaje… lo hizo. Otro día le dijo que dejara a su familia… tambien lo hizo. Pero la más significativa fue cuando Dios le pidió lo que más amaba en la tierra: a su propio hijo, es más, su único hijo, el hijo que, cuando no tenía esperanza de tenerlo, Dios mismo se lo había dado.

Un día Dios probo la amistad de Abraham hasta el extremo, yo diría que fue la "Prueba Maxima de la Amistad". Al estar dispuesto a ofrecer en sacrificio a su único hijo, Abraham tocó el corazón de Dios, lo tocó de tal manera que Dios conmovido juró por sí mismo que le iba a bendecir abundantemente y que en la decendencia de Abraham serían benditas todas las naciones de la Tierra.

Yo creo que Dios literalmente lloró en el cielo, cuando vió a aquel viejecillo, subido en un monte, dispuesto a todo, a todo lo que Dios le pidiera, sin poner excusas, sin negarse a nada. Dios encontró allí al amigo que buscaba. Encontró a un hombre en la tierra dispuesto a hacer por Él, lo mismo que Dios estaba dispuesto a hacer por los hombres de la tierra.

Esa es, señores y señoras, la "Prueba Máxima de la Amistad".

Muchos, muchos años después, yo creo que Dios en el cielo llamó a su amigo Abraham, y tomándolo del hombre le dijo: "Hace un tiempo tú subiste a un monte con tu único hijo que amabas tanto, y estabas dispuesto a sacrificarlo… ¿lo recuerdas?... Hoy, querido Abraham, esta noche, en Belén de Judea, está naciendo mi único hijo, y ¿sabes qué? Estamos dispuestos los dos, a subir al monte calvario, para que mi hijo se ofrezca en sacrificio para salvación de los hombres. Jesús es tú descendencia, que yo te prometí, en la cuál serán benditas todas las naciones de la Tierra"

Navidad para mi es eso: El cumplimiento de una promesa de amistad verdadera. Navidad es ver a Dios y a un hombre siendo amigos… dispuestos a todo el uno por el otro.

Hoy sabemos que aquel bebecito, Jesús, nació en la Tierra con el objetivo de sacrificarse para perdón de nuestros pecados. Sé que fue dificil para él, pero sé también que Él sabía que era una "Prueba de Amistad" para con nosotros… Jesús la pasó. Y con ella también hizo una promesa: Perdonar nuestros pecados y darnos una vida eterna.

Siempre llega un día en el que a cada uno de nosotros nos toca pasar la "Prueba de Amistad" frente a Dios. No sé cuando será para ti, no sé cuando será para mí… pero estoy ansioso, y cuando sea el momento no quiero poner excusas. Quiero que algún día Dios pueda considerarme "su amigo".

Hace mucho, muchísimos años, Dios tuvo un amigo. ¿Y tú? ¿Querrás ser también amigo de Dios?

viernes, 21 de noviembre de 2008

Con algo el Corazón


Hace poco escuché esta frase que me hizo pensar mucho:

"El problema de la educación es que el conocimiento se va directo a la cabeza, no directo al corazón"

A mi parecer es la mejor definición de educación que he encontrado.

Porque realmente no es el conocimiento que está en nuestra cabeza el que cambia nuestras vidas. No son las ideas que guardamos en la mente las que nos llevan a algún lado. No es lo que guardamos en nuestro cerebro lo que determinará quienes somos. Es lo que guardamos en nuestro corazón. Es aquello que no solo sabemos, sino que también amamos. Es aquello que no solo conoces, sino que también lo sientes.

En realidad los conocimientos más importantes de la vida son los que podemos poner en nuestro corazón. Para comprometer nuestra vida con algo.

Es lo que ponemos en nuestro corazón lo que nos llevará a algún lado.

Es por ello que Dios está muy interesado en nuestro corazón, porque sabe que todo lo que guardemos en él, un día va a determinar nuestro destino.

Un día Dios nos dijo: "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida".

Te invito a que dejes de momento el conocimiento simple, y comiences a vivir en busca de un conocimiento que pueda robarte el corazón... si encuentras el conocimiento apropiado, allí habrá una gran diferencia en tu vida.

Hay mucho por descubrir acerca de Dios, conócelo, y síguele.

Coloca algo de Dios en tu corazón, tu vida depende de ello.

Piensalo.

lunes, 16 de junio de 2008

Pequeñas Dificultades

Supe de un corredor llamado Víctor Gorizaba, que hace algún tiempo corrió el maratón de Nueva York, según él con algunas pequeñas dificultades.

Víctor, con la energía que le caracterizaba, corrió los 42 kilómetros de la competencia y uno a uno pasó a sus 14,000 compañeros de carrera, hasta llegar en primer lugar a la meta, donde recibió la ovación del público y hasta la admiración de los demás corredores quienes, según se supo, hasta sintieron gusto de perder ante un corredor de esa categoría.

Un reportero le entrevistó, preguntándole si había tenido algún problema durante la carrera. Víctor contestó: “Como siempre, el sudor me molestó un poco, perdí algo de tiempo por tomar agua, y me caí un par de veces, pero esas fueron pequeñas dificultades que fueron fáciles de vencer

Emocionado el entrevistador quiso felicitarlo extendiendo su mano para estrechar la mano del campeón, pero Víctor solo inclinó su cabeza y agradeció con una sonrisa amable el gesto del reportero, pues al parecer su entrevistador había olvidado que Victor carecía de ambos brazos.

Todos tenemos nuestras propias limitaciones para correr nuestras propias carreras, las dificultades pueden ser grandes o pequeñas, pero eso quizá no dependa de la dificultad en sí misma, sino de cómo las veamos.

La misma filosofía tuvo otro corredor muy famoso a quien yo admiro mucho, en su momento él dijo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Por eso, si vamos a tener problemas, pidamosle a Dios que nos ayude a verlos como “pequeñas dificultades fáciles de vencer”. Alguien dijo: "La verdadera fuerza de un hombre no está en su cuerpo, sino en su corazón”, piense en ello.

martes, 27 de mayo de 2008

La clave del crecimiento

La clave del crecimiento no está necesariamente en ponerse metas altas, sino en proponerse ser mejor cada día. No quiero decir que no sea bueno fijarse metas altas, sino que la forma como usted puede alcanzar sus metas no es poniéndole tanta atención a la meta en sí, sino poniéndose atención a Usted en si.

He notado que las personas que son grandes y que han llegado lejos no necesariamente llegaron hasta allí porque se lo propusieron, sino más bien fue su forma de ser la que los llevó hasta allí. Fue lo que ellos llegaron a ser lo que les marcó como destino la grandeza.

Por ello invierta tiempo en usted, en aprender a hacer bien las cosas, en tener todos los conocimientos necesarios para su profesión, esfuércese en tener una buena actitud ante los problemas, propóngase llegar a tener los valores correctos en su vida, permita que Dios le enseñe a vivir, y por favor, comience todo ello desde ahora. John Maxwell dijo: "La única forma de ser mejor mañana, es siendo mejor hoy".

Si usted se enfoca en estas cosas y las hace hoy, las metas que se trace serán fáciles de alcanzar, porque no depende de que tan larga es la carrera, sino de que tan capacitado esté el corredor.

Piense en ello.



lunes, 19 de mayo de 2008

Nuestro mayor temor

Una de mis películas favoritas es "Juego de Honor (Coach Carter)".
En ella un entrenador de basket ball lleva su entrenamiento más allá de la cancha y hace que los jóvenes entiendan que para ser campeones no basta sólo con ser buenos en el deporte que practican, también hay que ser buenos en todo lo demás.
La mejor escena es cuando uno de sus muchachos se pone de pie y le dice lo siguiente:
"Nuestro más grande temor no es ser incompetentes.
Nuestro más grande temor es saber que tenemos un potencial inmensamente grande.
Debe ser nuestra luz, y no nuestra oscuridad, lo que más nos debe asustar.
Si vivimos en pequeño, timidamente, no le seremos útil a nadie, porque no hay nada de honorable en hacerse de menos, en encogerse, sólo para que los demás se sientan cómodos con su tamaño.
Todos estamos destinados a brillar, no solo algunos, sino todos, y al dejar que nuestra luz brille, inconscientemente le damos permiso a otros a hacer lo mismo.
Al liberarnos de nuestro propios miedos, nuestra presencia automáticamente libera a otros..."
En seguida el muchacho mira a su entrenador, le da gracias por lo que han logrado, y luego dice: "Usted salvó mi vida"

Usualmente comprendemos que tenemos potencial para ser grandes, cuando encontramos a alguien más grande que nosotros. A mi me pasó, a usted seguramente también le pasará.

Así que apresúrese a encontrar a alguien que sea más grande que usted, alguien que lo inspire, alguien que lo haga crecer. No tenemos el derecho de quedarnos pequeños, porque alguien más pequeño que nosotros nos anda buscando, y algun día nos encontrará, y querrá ser como nosotros, y quizá podamos salvarle la vida. Sigamos el ejemplo de Jesús, Él ya lo hizo.

martes, 13 de mayo de 2008

El Verdadero Éxito




Hace poco estuve con un millonario, una persona que podría describir como "extraordinariamente normal", un guatemalteco, cuya infancia transcurrió entre la pobreza extrema y la mendicidad.

Sin embargo cuando creció se fué a los Estados Unidos y contra toda esperanza, salió adelante, llegó a tener una casa de más de $300,000.00 y una colección de autos Lincoln. Pero hace algunos años decidió regresar a Guatemala, y antes de volver... regaló todo cuanto tenía, y volvió tal y como se había ido: sin nada.

Hoy, increiblemente gana más de $15,000 al mes y nuevamente es millonario, aqui en Guatemala, demostrando así que no depende del pais, sino de la persona.

Ahora que estuve con él, le pregunté qué era Exito para él y me dió la mejor definición de Éxito que jámas había escuchado. Con una sencillez impresionante y una sonrisa serena, me dijo: "Éxito es hacer la voluntad de Dios"

Sencillo, pero profundo, y una muy completa definición de lo que para nosotros debiera de ser el Éxito.